DOLOR DE ESPALDA
El dolor de espalda es una de las razones más frecuentes por las que las personas buscan atención médica o se ausentan de sus trabajos, y es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo.
Afortunadamente, hay medidas que pueden ayudar a prevenirlo en la inmensa mayoría de casos, sobre todo en personas menores de 60 años; si la prevención llegare a fallar, un simple tratamiento casero y usar el cuerpo de manera adecuada, muy a menudo, curarán tu espalda en muy pocas semanas, y excepcionalmente, se requerirá cirugía para tratarlo.
Síntomas.
Puede variar desde un dolor muscular hasta una sensación de ardor o dolor muy agudo o punzante, además el dolor se puede extender hacia la pierna, y podría empeorarse al agacharse, girarse, levantar objetos pesados, permanecer de pie o caminar.
Cuando debes acudir a una consulta médica.
En la mayoría de casos el dolor mejora progresivamente a las pocas semanas con tratamientos en casa y medidas de autocuidado, de no ser así, busca pronta ayuda médica en los siguientes casos:
1) Es intenso y no mejora con el reposo.
2) Se propaga a una o ambas piernas, en especial si se extiende por debajo de la rodilla
3) Se acompaña de debilidad, entumecimiento u hormigueo en una o ambas piernas
4) Este acompañado de una pérdida de peso sin causa aparente.
En casos pocos frecuentes puede ser el inicio de una condición médica grave que amerite atención urgente, cómo es el caso que incluya además del dolor, compromiso de la vejiga urinaria y/o los intestinos, este acompañado de fiebre, precedido de tratamiento prolongado con corticoides o que aparezca después de una caída, o un golpe en la espalda.
El dolor de espalda suele aparecer sin una causa que sea detectable en exámenes de laboratorio o estudios imagenológicos, algunas de las afecciones que más se relacionan podrían ser las siguientes:
a) Distensión muscular o de ligamentos, levantar con frecuencia objetos pesados o hacer movimientos bruscos repentinos puede distender los músculos lumbares y los ligamentos de la columna vertebral, este tipo de problema suele ser peor en personas con mala condición física y provocar espasmos musculares muy dolorosos.
b) Abultamiento o rotura de disco; los discos intervertebrales actúan como amortiguadores, y el material blando que se encuentra dentro del mismo, puede abultarse o romperse y ejercer presión sobre un nervio, pero también esta situación podría ser indolora, las discopatías se detectan con examen físico completo con énfasis en el sistema nervioso periférico, y se comprueban con imágenes (Tomografía Computarizada o Resonancia Nuclear Magnética de columna vertebral).
c) La artrosis de columna lumbar por desgaste de los cartílagos articulares, deshidratación y aplanamiento del disco intervertebral, siendo esta condición más común de la sexta década de la vida en adelante.
d) Las vértebras de la columna vertebral pueden estar expuestas a fracturas dolorosas si los huesos son frágiles y porosos.
e) Espondilitis Anquilosante, conocida también como espondilo artritis axial; en esta enfermedad inflamatoria podría suceder que algunos de los huesos de la columna vertebral se fusionen entre si y disminuyan su flexibilidad.
Factores de riesgo
Cualquier persona podría tener un dolor de espalda, incluso niños y adolescentes, pero este tipo de dolor es más común a medida que envejecemos a partir de los 30 o 40 años, en las personas sedentarias por su relación con debilidad muscular.
Igual ocurre con el sobre peso y la obesidad por representar una sobrecarga para la espalda.
También guardan relación con el dolor lumbar, la artritis, el cáncer, levantar objetos de forma inadecuada e incluso los trastornos psicológicos, el stress y el tabaquismo porque el hábito de fumar se relaciona con tos crónica y hernia discal, además este hábito puede reducir el flujo de sangre hacia la columna y aumentar el riesgo de osteoporosis.
Tratamiento, para mantener una espalda saludable puedes ensayar lo siguiente:
Ejercicio físico regular aeróbico de por lo menos media hora diaria de bajo impacto que no tense ni sacuda la espalda y permita que los músculos funcionen mejor, caminar manejar bicicleta y nadar igual son buenas opciones porque permiten incrementar la fuerza y flexibilidad muscular que sostenga bien la espalda y mantenga un peso saludable.
Igual impacto positivo tiene dejar de fumar, mantener una posición al estar de pie, como evitar encorvarse y mantener una posición pélvica neutra; definitivamente una buena postura puede reducir la tensión sobre los músculos de la espalda, similar efecto produce una correcta forma de sentarse que incluya un asiento que ofrezca apoyo para la parte baja de la espalda, tenga apoya brazos y una base giratoria.
No tiene menos importancia la manera correcta de levantar objetos pesados para lo cual siempre se deberán flexionar las piernas y evitando al máximo flexionar la columna, si el objeto es pesado o te resulta incómodo levantarlo solicita ayuda.
Tratamiento para el dolor de espalda.
Por ser común muchos productos son vendidos con la promesa de prevenirlo o aliviarlo, no obstante, no existen pruebas contundentes de que calzados especiales, las plantillas, los soportes lumbares o algún tipo de mobiliario puedan ayudar, además no existe un tipo de colchón que sea mejor para las personas que padezcan esta clase de dolor.
Afortunadamente, casi siempre es autolimitado y con reposo y antinflamatorios suele desaparecer, de no ser así se haría necesario recurrir a la fisioterapia, muy pocos casos van necesitar exámenes de laboratorio e imágenes diagnósticas.
En los últimos años ha tomado auge la medicina alternativa como otra manera de tratar el dolor de espalda con resultados sorprendentes y avalados por estudios multicéntricos.
En SOLAB SAS contamos con un equipo multidisciplinario para ayudarte en estos casos.
Dr. José David Florez Janica
Médico Especialista en Salud Ocupacional
Registro 0119
Este artículo es meramente informativo, siempre debe buscar ayuda médica especializada.