La gota es causada por cantidades excesivas de ácido úrico en la sangre que forman cristales en las articulaciones, estos cristales son muy irritantes y hacen que la articulación se inflame (es decir, que se ponga roja, hinchada y dolorosa).
La gota es muy común, afecta en mayor medida a hombres que a mujeres y se torna más frecuente con la edad avanzada; beber alcohol, consumir carne roja, vísceras, mariscos y tomar ciertos medicamentos aumenta la posibilidad de tener un ataque agudo de gota, aunque teóricamente puede afectar cualquier articulación. Sigue siendo la primera articulación metatarsofalángica (dedo gordo del pie), la más frecuentemente afectada. Esta condición se conoce como podagra, los síntomas son repentinos, los ataques suelen ser recurrentes y el dolor es tan intenso que, estímulos tan insignificantes como el roce de las sabanas, exacerban el dolor.
El diagnostico se basa en el historial del paciente y en el examen físico, es probable que se tome una muestra de fluido de la articulación inflamada en una consulta para comprobar la presencia de los cristales de ácido úrico; los exámenes de sangre podrían detectar el ácido úrico elevado. También son útiles las ecografías y radiografías, puesto que sirven para detectar daños articulares provocados por la gota.
El dolor y la inflamación se controlan con antinflamatorios analgésicos o con colchicina.
Se podrían prevenir futuros ataques mediante cambios en la dieta evitando consumir alcohol o los alimentos ya mencionados y relacionados con la aparición de los síntomas, también tiene efecto positivo un medicamento conocido como alopurinol, que disminuye los niveles de ácido úrico en sangre.
Dr. José David Florez Janica
Médico Especialista en Salud Ocupacional
Registro 0119