HEMORROIDES:  SÍNTOMAS, DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO   

Las hemorroides son venas hinchadas en el recto o el ano que pueden causar molestias, dolor y sangrado. Se dividen en internas (dentro del recto) y externas (debajo de la piel alrededor del ano).

Síntomas

Los síntomas varían según el tipo de hemorroides:

  • Internas:
  • Sangrado indoloro al evacuar (sangre roja brillante en el papel higiénico o en las heces).
  • Prolapso (cuando la hemorroide sale del ano, causando molestias).
  • Externas:
  • Dolor o molestia en la zona anal.
  • Picazón e irritación.
  • Hinchazón y sensibilidad.
  • Posible aparición de un coágulo (trombosis hemorroidal), que causa un bulto doloroso.

Diagnóstico

El médico puede diagnosticar las hemorroides mediante:

  • Examen físico: Inspección visual para identificar hemorroides externas.
  • Tacto rectal: Para detectar anormalidades en el canal anal.
  • Anoscopía, sigmoidoscopía o colonoscopía: Si hay sangrado, para descartar otras enfermedades.

Tratamiento

  1. Medidas Caseras (para casos leves)
  • Baños de asiento con agua tibia.
  • Uso de cremas o supositorios con hidrocortisona.
  • Aplicación de compresas frías para reducir la hinchazón.
  • Aumento de fibra y líquidos en la dieta para prevenir el estreñimiento.
  • Evitar hacer esfuerzo excesivo al evacuar.
  1. Tratamiento Médico

Si los síntomas persisten o son graves, se pueden considerar:

  • Escleroterapia:Inyección para reducir la hemorroide.
  • Ligadura con banda elástica:Se corta el flujo sanguíneo para que la hemorroide caiga.
  • Coagulación infrarroja o láser:Para reducir el tamaño de la hemorroide.
  • Cirugía (hemorroidectomía o hemorroidopexia):Para casos graves o recurrentes.

Si los síntomas persisten, es importante acudir al médico para descartar otras afecciones. ¿Quieres más detalles sobre algún tratamiento específico? 

 

Dr. José David Florez Janica
Médico Especialista en Salud Ocupacional
Registro 0119

Nuestros artículos son meramente informativos. Cualquier tratamiento o uso de medicamentos, siempre requiere la supervisión de un profesional de la salud, que identifique la enfermedad y tratamiento adecuado, incluidas las condiciones particulares del paciente.